Hoy he contemplado una hoja otoñal abandonar la rama que le dio esplendor y vitalidad; comenzar su viaje incierto bailando con el viento...
Si Nina me eleva hasta las nubes; Antonio me da la mano para bucear en mi memoria, en lo más profundo de mí: no puedo olvidar nada de lo bueno.... Es el precio por dejarse llevar.
Andrés Calamaro: a los ojos
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