miércoles, 25 de marzo de 2009

MIS COSAS FAVORITAS: A SAÚL




PREGUNTA MÁS ALLÁ

¿Por qué pregunto dónde estás
si no estoy ciego,
si tú no estás ausente?
Si te veo,
ir y venir,
a ti, a tu cuerpo alto
que termina en voz,
como en humo la llama,
en el aire, impalpable.

Y te pregunto, sí,
y te pregunto de qué eres,
de quién;
y abres los brazos
y me enseñas
la alta imagen de ti,
y me dices que mía.

Y te pregunto, siempre.

PEDRO SALINAS.

John Coltrane: My favorite things

martes, 24 de marzo de 2009

ESPERO CURARME DE TI


Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es
posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre
la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no
se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. ( Tú sabes
cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?",
"se hizo de noche"... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tu sabías que decía "te quiero")

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.


JAIME SABINES ( De: Otro recuento de poemas )


Fotografía: Gala-Dalí

Adriana Varela: Con la frente marchita

jueves, 19 de marzo de 2009

EL MISTERIO DE LAS COSAS



El misterio de las cosas, dónde está?
Si apareciese, al menos,
para mostrarnos que es misterio.
Qué sabe de esto el río, qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más, qué sé yo?
Siempre que veo las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
río con el fresco sonido del agua sobre la piedra.

El único sentido de las cosas
es no tener sentido oculto.
Más raro que todas las rarezas,
más que los sueños de los poetas
y los pensamientos de los filósofos,
es que las cosas sean realmente lo que parecen ser
y que no haya nada que comprender.

Sí, eso es lo único que aprendieron solos mis sentidos:
las cosas no tienen significación, tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.

IX

Todos los días descubro
la espantosa realidad de las cosas:
cada cosa es lo que es.
Qué dificil es decir esto y expresar
cuánto me alegra y me basta.
Para ser completo existir es suficiente.

He escrito muchos poemas.
Claro, he de escribir otros más.
cada poema mío dice lo mismo,
cada poema mío es diferente,
cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.

A veces miro una piedra.
No pienso que ella siente,
no me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
me gusta porque no siente,
me gusta porque no tiene parentesco conmigo.
Otras veces oigo pasar el viento:
vale la pena haber nacido
sólo por oír pasar el viento.

No sé que pensarán los otros al leer esto;
creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
lo pienso sin pensamientos,
lo digo como lo dicen las palabras.

Una vez me llamaron poeta materialista.
Y yo me sorprendí: nunca había pensado
que pudiesen darme este o aquel nombre.
Ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
El valer está ahí, en mis versos.
Todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad.

FERNANDO PESSOA (bajo su heterónimo de Alberto Caeiro)


Fotografía: Virginova


Beth Gibbons: Mysteries


viernes, 6 de marzo de 2009

DESPEDIDA DE INVIERNO



Bajo la foto del almendro nevado, realizada hace un par de inviernos por mi hermano. Subo otra fotografía realizada por mí en Febrero del año pasado en Barranda (cerca de Caravaca de la Cruz). El almendro es un árbol que florece, en esta zona, a caballo entre el invierno y la primavera. Ver los almendros en flor es un espectáculo que os recomiendo: embriagador y único. Tan digno como contemplar los cerezos en flor de Japón. . . Ahí queda. . . como preludio de la estación del azahar que tanto temen algunos.

martes, 3 de marzo de 2009

AMOR PARTICULAR DE UN PÁJARO CANTANDO




Lluis LLach: Amor particular




AMOR PARTICULAR (LLUIS LLACH)


Com t’ho podria dir
perquè em fos senzill, i et fos veritat,
que sovint em sé tan a prop teu, si canto,
que sovint et sé tan a prop meu, si escoltes,
i penso que no he gosat mai ni dir-t’ho,
que em caldria agrair-te tant temps que fa que t’estimo.

Que junts hem caminat,
en la joia junts, en la pena junts,
i has omplert tan sovint la buidor dels meus mots
i en la nostra partida sempre m’has donat un bon joc.
Per tot això i coses que t’amago
em caldria agrair-te tant temps que fa que t’estimo.

T’estimo, sí,
potser amb timidesa, potser sense saber-ne.
T’estimo, i et sóc gelós
i el poc que valc m’ho nego, si em negues la tendresa;
t’estimo, i em sé feliç
quan veig la teva força, que empeny i que es revolta, que jo...

Que passaran els anys,
i vindrà l’adéu, com així ha de ser,
i em pregunto si trobaré el gest correcte,
i sabré acostumar-me a la teva absència,
però tot això serà una altra història,
ara vull agrair-te tant temps que fa que t’estimo.

T’estimo, sí,
potser amb timidesa, potser sense saber-ne.
T’estimo, i et sóc gelós
i el poc que valc m’ho nego, si em negues la tendresa;
t’estimo, i em sé feliç
quan veig la teva força, que empeny i que es revolta, que jo...

***************

Cómo podría decírtelo
para que me fuese sencillo, para que te fuese verdad,
que a menudo me sé tan cerca de ti, si canto,
que a menudo te sé tan cerca de mi, si escuchas,
y pienso que nunca me atreví a decirte siquiera,
que debería agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.

Que juntos hemos caminado,
en la alegría juntos, en la pena juntos,
que a menudo has llenado la vaciedad de mis palabras
y en nuestra partida siempre me has dado un buen juego.
Por todo esto, y por lo que te escondo,
debería agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.

Te quiero, sí,
tal vez con timidez, tal vez sin saber quererte.
Te quiero, y te soy celoso
y lo poco que valgo me lo niego, si me niegas la ternura;
te quiero, y me sé feliz
cuando veo tu fuerza que empuja y se rebela, que yo...


Que pasarán los años,
llegará nuestro adiós, y así ha de ser,
y me pregunto si hallaré el gesto correcto,
y sabré acostumbrarme a tu ausencia.
Pero todo esto ya será otra historia,
ahora quiero agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.