miércoles, 22 de diciembre de 2010

UNDER



1. Ahora miro al suelo mientras camino por las calles, buscando tras el ritmo de mis pies aquellas palabras que debí decir u omitir para evitar desastres. Luego me digo: "al carajo!! siempre nos vamos a malinterpretar... es la parte confusa del lenguaje y las acciones. Cada uno es una isla con distintos nombres a desvelar"

2. No hace falta estar enamorado/a para que alguien te duela: basta con haber construido una verdadera amistad; basta con que haya afectos de por medio; basta con quererse. En los sentimientos no sólo hay blanco y negro, también están los grises y los arco-iris. Luego, uno lanza una piedra puntiaguda en el corazón del otro (que ya adolece de diversas brechas) y todo se desvirtúa: bienvenido caos. Des-conexión.

3. No a las piedras puntiagudas. Diré "No" las veces que haga falta. Y pediré sinceras disculpas por las que yo clave, las veces que haga falta.
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Últimamente no paro de escuchar música. Así que las próximas entradas van a ser muy sonoras. También estoy descubriendo gente nueva como Fionn Regan (Abacus):



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo te entiendo. Lo que pasa es que en la vida cada uno llevamos nuestro bagaje, cada uno es un mundo. Es importante saber perdonar y perdonarse. Y con el tiempo valorar lo que merece la pena realmente. Cuando te pasen estas cosas te recomiendo que les des la importancia que merecen, ocupes tu lugar y sigas adelante. Vamos, que no pierdas el tiempo con aquello que ya no está en tu mano.

Oscar

Virginova dijo...

Gracias Oscar. Recojo tus palabras. Un saludo azul.