lunes, 12 de mayo de 2008

UN ALMARIO

Camino con mi almario donde guardo mi alma. Alma, ese concepto tan denostado y alabado a la vez y que, sin embargo, para mi es algo tan sencillo como lo que soy cada segundo: desde mi piel, mis ojos, mi lengua, mi olfato, mi oido, mi cerebro...Mi alma es mi cuerpo, no encuentro diferencia; mi almario, el modo en que se expresa. Es delicada y fuerte a un mismo tiempo. Su color es azul, en todas sus gamas, y desde ese azul se puede transformar en cualquier otro color, sin perder nunca de vista el mar: es policromática y caleidoscópica. A veces se enfada, se ensucia, se dilata; otras sonrie, acaricia, se expande, pero siempre comparte y ama (excepto una o dos veces al año en que cierra las puertas de su almario para no se sabe qué). Almarioblue es un reflejo de todo ello: la puerta está abierta, adelante...



A MI ROPA TENDIDA
(El alma)

Me la están refregando, alguien la aclara.
¡Yo que desde aquel día
la eché a lo sucio para siempre, para
ya no lavarla más, y me servía!
¡Si hasta me está más justa¡ No la he puesto
pero ahí la veis todos, ahí, tendida,
ropa tendida al sol. ¿Quién es? ¿Qué es esto?
¿Qué lejía inmortal, y que perdida
jabonadura vuelve, qué blancura?
Como al atardecer el cerro es nuestra ropa
desde la infancia, más y más oscura
y ved la mía ahora. ¡Ved mi ropa,
mi aposento de par en par! ¡Adentro
con todo el aire y todo el cielo encima!
¡Vista la tierra tierra! ¡Más adentro!
¡No tenedla en el patio: ahí en la cima,
ropa pisada por el sol y el gallo,
por el rey siempre!

He dicho así a media alba
porque de nuevo la hallo,
de nuevo el aire libre sana y salva.
Fue en el río, seguro, en aquel río
donde se lava todo, bajo el puente.
Huele a la misma agua, a cuerpo mío.
¡Y ya sin mancha! ¡Si hay algún valiente,
que se la ponga! Sé que le ahogaría.
Bien sé que al pie del corazón no es blanca
pero no importa: un día...
¡Qué un día, hoy, mañana que es la fiesta!
Mañana todo el pueblo por las calles0
y la conocerán, y dirán: «Esta
es su camisa, aquella, la que era
sólo un remiendo y ya no le servía.
¿Qué es este amor? ¿Quién es su lavandera?»


CLAUDIO RODRÍGUEZ

Joan Manuel Serrat: Mediterraneo

2 comentarios:

Armida Leticia dijo...

Almario, ¿es un depósito de almas?

¡Felicidades por tu primera entrada!

Saludos desde México.

Anónimo dijo...

¿Dónde están los toros?