lunes, 25 de abril de 2011

VAN A POR NOSOTROS



Mi último descubrimiento: Accidents Polipoétics. Magníficos, no tienen desperdicio. En cuanto veáis una de sus actuaciones no podréis parar hasta verlas todas. Al artículo que adjunto le faltaría mencionar la influencia en este dúo polipoético de humoristas de la talla de Tip y Col o Gila. Pondré más adelante en otra entrada la performance titulada Más triste es robar. Mil gracias Jose.


"Somos dos tipos leyendo sus textos, ni más ni menos". Así se define Rafael Metlikovec, en su momento colaborador de los electro-performers Das Syntetische Mischgewebe y actualmente cincuenta por ciento de Accidents Polipoétics. Hacia 1991 une sus fuerzas con las de Xavier Theros (antiguo colaborador de los mallorquines Sociedades En Tetrabrik) para crear un proyecto que aunara las posibilidades expresivas de la polipoesía con la energía y la inmediatez de un concierto de rock, sin dejar de lado el sentido del humor (negro), un don siempre necesario y por desgracia bastante escaso en el ámbito de la experimentación fonética. Los Accidents, que desde el principio han hecho patente su deseo de popularizar la poesía, de llevarla a sectores de público generalmente poco permeables, han realizado incontables actuaciones en todo tipo de garitos, así como en teatros, plazas públicas, asociaciones de vecinos y fiestas mayores de barrio, acompañando sus vitriólicos poemas con todo tipo de artículos: de bombonas de butano a ejemplares del Lecturas, pasando por porrones (por supuesto, llenos), ladrillos, esprays ambientadores o panes de los de a kilo. Además de sus recitales blitzkrieg, Accidents han escrito un libro ("Más Triste Es Robar", Las Ediciones Del Khan, 1998), han creado una obra de formato largo ("Pim Pam Pum Lorca"), han participado en grabaciones de grupos como Mil Dolores Pequeños, La Fura Dels Baus y Klub, y han grabado un disco con algunos de sus poemas. Un segundo disco ha sido mil veces anunciado y mil veces postergado. Accidents Polipoétics, que se encuentran más cerca de la figura del tradicional narrador de historias (cáusticas y surrealistas) que de la del típico polipoeta narcisista y afectado (huelgan nombres), representan "el triunfo de la cotidianeidad frente a la mediocridad, de la sencillez frente a la pretensión, de la paella frente al arte".
Jesús Brotons.









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