sábado, 13 de junio de 2009

VILMA Y LOS SEÑORES


Hace unas semanas, mi amiga Laura me llamó para vernos y tomar unas cañas. Era Jueves y un grupo que no conocíamos tocaba en un "antro" al que no voy nunca, pero que han reformado hace poco tiempo dejando hueco para un pequeño escenario en una de sus esquinas. El bar se llama "J.R. Club". Sabiamente, su dueño ha decidido dar cabida a conciertos alternativos en su local.
Un par de quintos bajo la lluvia de murmullos y la tenue luz del lugar, dieron paso al concierto. Una mujer delgadísima, de tez blanca y apariencia frágil, coronada por una cabellera peliroja y con una voz que despedía sensualidad a raudales, subió al escenario con su guitarra y se sentó en el centro, acompañada de dos veteranos de la música, como más tarde pude comprobar. El concierto me sorprendió gratamente: letras muy personales, una voz poco convencional y muy buenos arreglos por parte de la percusión y la guitarra que la acompañaban. Se llaman "Vilma y los Señores". Son tres: Vilma, seudónimo de Gema Martín-Consuegra (que ha pasado de profesora de lengua y yoga a compositora e intérprete de sus propios temas), Ricardo Moreno ( que ha puesto percusión a Los Ronaldos, Mastretta, Fangoria y Josele Santiago, entre otros) y David Gwynn (bluesman californiano asentado en Madrid que ha acompañado con su guitarra a voces como Marlango, Christina Rosenvinge o Quique González). Aquella noche, Vilma presentaba su disco debut: Turbulencias. Os dejo una pequeña muestra de lo que ha sido uno de mis últimos descubrimientos. Gracias Laura.





Vilma y los señores: Groenlandia

jueves, 21 de mayo de 2009

TIEMPO DE DESPEDIDAS


Se nos van seguidos: la semana pasada Antonio nos decía adiós; este lunes lo hizo Mario. Contaba con 88 abriles y una vida dedicada a la literatura, a través de su amor, sus alegrías, su vitalismo y también sus tristezas. Pleno, entrañable, sabio y con la frescura de un niño, Mario siempre me llevó de la mano a una visión más amplia de la realidad, de los sentimientos, de la vida, del ser humano y, por supuesto, de la palabra. Maestro de la ironía más transversal y con una erudición transformada en vox populis (algo que muy pocos consiguen), Mario me acercaba a su mundo, como un espejo del mio, ampliando mi universo. Era conciso y sencillo en su escritura y nunca le dió miedo el compromiso vital de su vocación: poeta hasta la médula. Poeta comprometido con lo próximo. Anduvo escribiendo hasta sus últimos días... El primer poemario de Mario Benedetti que cayó en mis manos , me lo regaló mi amigo , Alberto Chessa, en mi veintiún cumpleaños: Inventario. Yo ya lo había descubierto a mis dieciocho años con un poema que me conquistó de principio a fín: Los formales y el Frío. Luego vendrían la tregua, el cumpleaños de Juan Ángel, Gracias por el fuego... etc. Y la oportunidad, hace unos nueve años , de verlo en persona en una conferencia que dió sobre su obra, organizada por la universidad. Nunca olvidaré aquella sonrisa amplia y el mar triste en el fondo de su iris, pero sobre todo la ternura que desprendía.

Me ha gustado mucho un comentario que he leído, de un tal Paco, acerca de la noticia de la muerte de Benedetti, en una página informativa de internet, decía asi: Hemos leído en Público la .absurda noticia de la muerte de Benedetti. Los poetas como Benedetti no mueren, todo lo más descansan por un tiempo indefinido. No podríamos decir que nos enseñó a amarnos, porque a tanto no llegan los poetas. Nos ayudó a comprender, sin embargo, cuánto nos amábamos. Era un tiempo en el que, como ahora, teníamos sólo algunos libros de poesía y toda la felicidad por delante. En una Feria del Libro, nos firmó un "Inventario". Aunque llevábamos los dos el libro, le debió gustar más ella, porque preguntó su nombre y escribió "para Marisol, amistosamente". Yo en su lugar habría hecho lo mismo. No hay que descartar que algún día Benedetti dejé de existir, cuando dejen de latir todos los corazones que su poesía agitó."

Hay una avenida en mi corazón que lleva tu nombre: Mario Benedetti.

Hasta siempre..., o mejor: hasta luego. NO ME SALVO...

LOS FORMALES Y EL FRÍO

Quién iba a prever que el amor ( ese informal)
se dedicara a ellos (tan formales)

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa (la de ella)
era como un augurio o una fábula
su mirada ( la de él) tomaba nota
de cómo eran sus ojos (los de ella)
pero sus palabras (las de él)
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre ( o como casi siempre)
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor

cuando llegaron a su casa (la de ella)
ya el frío estaba en sus labios ( los de él)
de modo que ella ( fábula y augurio)
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó: sólo falta que me quede a dormir
y ella probó: por qué no te quedás
y él: no me lo digas dos veces
y ella: bueno por qué no te quedás

de manera que él se quedó ( en principio)
a besar sin usura sus pies fríos (los de ella)
después ella besó sus labios (los de él)
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

Mario Benedetti (De otros diluvios)


Benedetti: Rostro de vos


Benedetti y Serrat: Hagamos un trato

viernes, 15 de mayo de 2009

NO ME IRÉ MAÑANA







En la mañana del miércoles, 13 de mayo, leo la noticia en internet: "Muere Antonio Vega: la emoción de la Movida". No pude contener las lágrimas, como tampoco pude evitar compartir mi pena con mi cómplice Juan Bay vía sms. Su respuesta: "Nieve, huracán y abismos cercaban a Antonio hace tiempo. Está bien así, ido de aquí. No era su sitio. Se encontrará con Enrique y se pincharán sin sufrir. Esta gente suele estar de paso por este nuestro mundo. Beso". Y es cierto, pese a la tristeza que nos invade a más de uno ahora mismo, Antonio nos dejó hace mucho tiempo. Antonio nació y vivió siempre en el sitio de su recreo. Era de otro mundo, como lo eran Tino casal, Carlos Berlanga o Enrique Urquijo, entre otros. Los hijos y creadores de la necesaria, revolucionaria, creativa, pero también devastadora Movida Madrileña. Tal vez, Antonio, era uno de lo últimos vestigios de aquellos ochenta rompedores y que evidenciaban un mensaje esperanzador y esperado para la juventud de aquellos días: "grita, rompe tus cadenas, siente, sé libre...". Mensaje que no debemos olvidar nunca. Para ello, se hizo necesario romper muros de una manera salvaje, dejarse llevar con un despliegue de emociones hasta ese momento maniatadas y amordazadas. Y la creatividad de aquellos jóvenes y sus ansias de expresión volaron, volaron como nunca. Y la droga fué un vehículo, mortal a su vez, que les llevó a expresar y experimentar con más intensidad todo aquello que necesitaban compartir. No hay creatividad del calibre de Antonio, sin esa tristeza, sin ese hondo dolor que nos traspasaba de un modo tan fresco a la vez, a través de su frágil voz. Como lo hacía Enrique, a quien también le lloré en su momento. Una sensibilidad como la de Antonio no va exenta de una gran historia de amor: su pareja y coautora de varios de sus temas ( De un lugar perdido. 2001), Marga del Río, muere en 2004. Este suceso lo sume en una grave depresión de la que nace el disco 3000 noches con Marga (2005). Se ha ido con ella y nos ha regalado cinco años más de su presencia.

Antonio se descrubrió en mi vida cuando yo tenía catorce años y fué y sigue siendo crucial en mi mapa emocional y en mi mundo creativo. Su guitarra, sus letras y su voz, siempre me guiaron en el encuentro conmigo misma. Nunca lo olvidaré. Le quiero, le estoy agradecida y espero encontrarme algún día con él en ese su mar azul y el sitio de su recreo, para charlar un rato y abrazarnos. Él mismo decía: "El sitio de mi recreo es un sitio que todos tenemos y que llevamos en nuestro interior. Lo que pasa es que no siempre se descubre. Es un lugar en el que estamos en consenso con nosotros mismos, en el que no existe la contradicción ni el conflicto. De alguna manera acudes a él cuando buscas la soledad bien entendida, esa que no es impuesta y que realmente te aporta algo"

Hasta siempre Antonio.

NO ME IRÉ MAÑANA

Hoy he visto caer a trozos
la barrera del sonido,
y brotar de entre los escombros
horizontes hasta ayer prohibidos.
Caminos hacia el frío
calor futuro.
Hoy he visto lanzar la flecha
y llover fuego del cielo,
recordando que del espacio
el principio-fin está en el suelo.
He sentido como ruge el mar
y la tierra abrirse de par en par,
un abismo que sonríe e invita a entrar
en un juego sin legalizar.
No me iré mañana
no sin antes algo más que ver,
no me iré mañana
aún es pronto para envejecer,
no me iré mañana
no sin nadie más que conocer...
Caminos hacia el frío
calor futuro,
mira este mundo en paz
y nunca de reojo más.

ANTONIO VEGA




A. Vega: El sitio de mi recreo


A. Vega: Lucha de gigantes


A. Vega: No te quiero sino porque te quiero

martes, 7 de abril de 2009

TODAS LAS MAÑANAS DEL MUNDO




Una de mis películas predilectas: Tous les matins du monde. Dirigida en 1991 por Alain Corneau y protagonizada por Gerard du Pardieu en el papel del célebre violista Marin Marais (París. 1656-1728), que recuerda su juventud y su aprendizaje con la viola da gamba, al lado de su maestro Monsieur de Sainte Colombe (que introdujo, en Francia, en el siglo XVII, una variante de siete cuerdas), interpretado, maravillosamente, por Jean-Pierre Marielle. La película me sumerge en la sensación de ser espectadora de un concierto de música clásica, en el que te están contando al mismo tiempo una historia: en este sentido, es como una ópera, aunque en ésta no hay sopranos ni tenores y los protagonistas son instrumentos de cuerda. La denominación viola da gamba proviene del italiano y significa viola de pierna, por la forma en la que la tomaba el músico entre sus piernas. En su aspecto, es similar al violonchelo. Una de las escenas que más me conmueven es la que he colgado arriba: el maestro de viola se retira todos los días, durante unas horas, a una pequeña cabaña de madera construida por él donde, a la luz de una vela y acompañado de vino, toca la viola para su difunta mujer que, convocada por la música, se muestra ante los ojos de su amado. Esto es lo que trata de enseñarle al joven Marais: que la música ha de trascender, ha de ser una expresión de lo indecible. No voy a entrar con más detalle en el argumento de la película: es un regalo para los sentidos y la sensibilidad. Os invito a que la disfruteis en su totalidad. La banda sonora está interpretada por Jordi Savall y le Concert des Nations. Abajo he adjuntado otro tema de la banda sonora que me encanta (aunque ninguno tiene desperdicio)






Jordi Savall: Marcha

miércoles, 25 de marzo de 2009

MIS COSAS FAVORITAS: A SAÚL




PREGUNTA MÁS ALLÁ

¿Por qué pregunto dónde estás
si no estoy ciego,
si tú no estás ausente?
Si te veo,
ir y venir,
a ti, a tu cuerpo alto
que termina en voz,
como en humo la llama,
en el aire, impalpable.

Y te pregunto, sí,
y te pregunto de qué eres,
de quién;
y abres los brazos
y me enseñas
la alta imagen de ti,
y me dices que mía.

Y te pregunto, siempre.

PEDRO SALINAS.

John Coltrane: My favorite things

martes, 24 de marzo de 2009

ESPERO CURARME DE TI


Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es
posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre
la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no
se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. ( Tú sabes
cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?",
"se hizo de noche"... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tu sabías que decía "te quiero")

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.


JAIME SABINES ( De: Otro recuento de poemas )


Fotografía: Gala-Dalí

Adriana Varela: Con la frente marchita

jueves, 19 de marzo de 2009

EL MISTERIO DE LAS COSAS



El misterio de las cosas, dónde está?
Si apareciese, al menos,
para mostrarnos que es misterio.
Qué sabe de esto el río, qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más, qué sé yo?
Siempre que veo las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
río con el fresco sonido del agua sobre la piedra.

El único sentido de las cosas
es no tener sentido oculto.
Más raro que todas las rarezas,
más que los sueños de los poetas
y los pensamientos de los filósofos,
es que las cosas sean realmente lo que parecen ser
y que no haya nada que comprender.

Sí, eso es lo único que aprendieron solos mis sentidos:
las cosas no tienen significación, tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.

IX

Todos los días descubro
la espantosa realidad de las cosas:
cada cosa es lo que es.
Qué dificil es decir esto y expresar
cuánto me alegra y me basta.
Para ser completo existir es suficiente.

He escrito muchos poemas.
Claro, he de escribir otros más.
cada poema mío dice lo mismo,
cada poema mío es diferente,
cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.

A veces miro una piedra.
No pienso que ella siente,
no me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
me gusta porque no siente,
me gusta porque no tiene parentesco conmigo.
Otras veces oigo pasar el viento:
vale la pena haber nacido
sólo por oír pasar el viento.

No sé que pensarán los otros al leer esto;
creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
lo pienso sin pensamientos,
lo digo como lo dicen las palabras.

Una vez me llamaron poeta materialista.
Y yo me sorprendí: nunca había pensado
que pudiesen darme este o aquel nombre.
Ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
El valer está ahí, en mis versos.
Todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad.

FERNANDO PESSOA (bajo su heterónimo de Alberto Caeiro)


Fotografía: Virginova


Beth Gibbons: Mysteries